lunes, 12 de julio de 2010

No es cumpleixen ni les normes de circulació

ero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona."Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquitaEl Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso."Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.

A Rocafonda, el hashis es fuma al carrer

ero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona."Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquitaEl Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso."Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.

Les bandes latines arriben a Rocafonda

Pero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona."Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquitaEl Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso."Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.

"No pienso limpiar nunca la escalera y al que no le guste que limpie lo que nosotros ensuciamos"

Pero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona."Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquitaEl Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso."Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.

Una gran majoria de botigues d'origen magrebí no disposa els seus productes ni en català ni en castellà

Pero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona."Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquitaEl Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso."Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.

La sensació de racisme creix en el barri de Rocafonda

Pero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.

Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.

Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.

La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.

Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona.

"Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.

La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.

El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquita

El Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso.

"Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.

El barri de Rocafonda té una immigració encoverta d'un 50%

Pero quienes rechazan la mezquita son tajantes: "La respuesta tiene que ser no, sin opción a negociar", expresó una joven en la reunión que convocó la asociación de vecinos el pasado sábado para debatir esta cuestión.Otro de los vecinos presentes fue más allá y afirmó: "Nosotros tenemos más derechos porque llevamos más años cotizando que estos señores. Que les arregle el problema Hassan" (en referencia al rey de Marruecos, fallecido en julio de 1999). "No hemos de admitir ningún centro islámico. No es la religión lo que da miedo, son los fundamentalistas", aseguró otro vecino.Lo cierto es que algunos residentes de L'Havana han hecho sentir su ira ante la construcción del templo en las inmediaciones del barrio. Ante esta reacción, Mohamed Al Guri, de la Asociación Cultural Musulmana Al Uahda (la unidad), puntualiza que no habrá sólo mezquita, que será un centro cultural donde se impartirán clases de árabe y de Corán, pero también de castellano y de catalán, así como actividades para todo el mundo.La asociación Al Uahda es la que ha solicitado al Ayuntamiento un espacio para poder instalarse porque el local que tiene en la calle Gibraltar, en el barrio de Rocafonda, no reúne las condiciones mínimas para llevar a cabo dichas actividades. Además, como está en los bajos de un edificio, ha originado las quejas de los vecinos de esta zona, según reconoció Consol Prados, regidora de Igualdad y Solidaridad.Aunque no hay nada decidido, el Ayuntamiento estudia como uno de los posibles emplazamientos del centro cultural islámico unos locales de la calle Herrera, situados detrás del antiguo matadero, en la frontera con el barrio del Palau-Escorxador. Son unos locales que están en desuso desde que dejaron de servir como cocheras para los camiones de recogida de basura. Este edificio está en una zona de equipamientos, junto a Cal Collut, un nuevo sector residencial de L'Havana adonde se han trasladado algunos vecinos del barrio de Rocafonda huyendo, dicen, de la comunidad magrebí, que era numerosa en aquella zona."Queremos negociar con los vecinos y tener su conformidad", añadió Al Guri. En L'Havana no será fácil conseguir el consenso, como se puso de manifiesto en la reunión del pasado sábado. La mayoría de las más de 200 personas que asistieron al acto se mostró contraria a la ubicación de la mezquita en la calle Herrera.La asociación de vecinos aseguró que, como entidad integradora, no podía tomar partido y aconsejó a los asistentes que formaran una plataforma para canalizar la posición de los residentes. Los vecinos decidieron recoger firmas en contra y algunos de ellos se mostraron dispuestos a movilizarse. Creen que el barrio no necesita la mezquita porque traerá problemas y devaluará el precio de los pisos.El Ayuntamiento de Mataró insiste en permitir la mezquitaEl Ayuntamiento de Mataró reiteró ayer su voluntad de seguir dialogando con los vecinos para dar respuesta a la demanda planteada por la Asociación Cultural Musulman Al Uahda- para que pueda construir una mezquita, e insistió en la voluntad del Ayuntamiento de ceder un espacio público para este uso."Estamos abiertos al diálogo y hacemos una llamada a huir de actitudes radicales que no nos ayudarían nada a solucionar las demandas y las situaciones que tenemos planteadas", dijo Consol Prados, concejal de Igualdad y Solidaridad, aludiendo de forma implícita a las posiciones contrarias manifestadas por algunos vecinos. La concejal aseguró que sigue abierta la posibilidad de ceder los terrenos pero destacó que "no queremos.